El Paradigma de la Polaridad ofrece un modelo que abarca la teoría y la aplicación práctica del principio fundamental de que la energía influye en el proceso de sanación. Este conocimiento capacita al terapeuta para desentrañar y sintetizar la compleja diversidad de efectos que se originan por multitud de hechos causales.
El objetivo de la terapia es el de restablecer el libre flujo de las corrientes y pautas energéticas, ya que es en su libre flujo donde está el potencial inherente de curación, en las sesiones terapéuticas podemos apreciar distintos niveles de aplicación y enfoque.